Liderazgo Empresarial

El liderazgo empresarial: definición, tipos e importancia

Un liderazgo empresarial sólido es clave para el éxito de una organización. Los líderes son responsables de marcar objetivos, motivar a los miembros del equipo, actuar con determinación, inculcar el espíritu de trabajo dentro de la organización y representar la cultura de la empresa para la que trabajan.

Pero, ¿qué es exactamente el liderazgo empresarial, qué tipos existen y por qué es tan importante para los negocios hoy en día? Respondemos a estas cuestiones en este artículo.

¿Qué es el liderazgo empresarial y por qué es clave para las organizaciones actuales?

El liderazgo empresarial se refiere a la capacidad de una persona para dirigir, guiar e influir en el comportamiento y el trabajo de otros hacia la consecución de las metas de negocio. En otras palabras, el liderazgo es el factor humano que une al equipo y lo motiva hacia unos propósitos.

Un líder poderoso garantiza que una organización alcance sus objetivos y actúe con decisión para superar las amenazas y caminar hacia el éxito. Para ello, los líderes empresariales tratan con partes interesadas internas y externas y, a menudo, son la cara de una empresa al ascender a puestos ejecutivos como el de CEO, director de operaciones, director financiero o presidente.

Así, los líderes motivan e inspiran a los empleados, al tiempo que interactúan con los accionistas y los clientes. Su capacidad de influencia es tal que puede impulsar o estancar una organización.

Conviene diferenciar el concepto de liderazgo organizacional respecto al de gestión, ya que tienden a confundirse. El liderazgo requiere rasgos que se extienden más allá de los deberes de gestión como la empatía, la innovación, el carisma o la valentía para asumir riesgos. Un líder trata de motivar e inspirar a las personas que le rodean para que comprendan la visión de la empresa y trabajen junto a él en el logro de los objetivos.

Respecto a la gestión, implica administrar el trabajo y garantizar que las actividades se realicen como se debería. Un gerente busca conducir a su equipo para que alcance las metas mientras sigue las reglas de la empresa. Por ello, es más probable que los gerentes se resistan al cambio y a la innovación preservando las estructuras existentes de la organización porque ellos mismos operan precisamente dentro de esa estructura.

La gestión tradicional destinada a mantener el “status quo” está quedando obsoleta en un entorno empresarial cambiante marcado por la innovación y la disrupción. El rol de gerente ya no es suficiente y este tema se estudia de forma profunda en los mejores Máster en Dirección y Administración de Empresas como en el MBA Online telepresencial de la Cámara de Comercio de Madrid. Para sobrevivir en el contexto actual las empresas necesitan líderes estratégicos que desarrollen sistemas y procesos duraderos capaces de impulsar el cambio y la mejora de las prácticas actuales para asegurarse de satisfacer las necesidades futuras del mercado.

Si quieres profundizar sobre este tema lee el artículo diferencias entre un jefe y un líder antes de ver los tipos de liderazgo empresarial.

Tipos de liderazgo empresarial

Tipos de liderazgo empresarial

En función de los métodos, habilidades y técnicas que utilizan los líderes para manejar situaciones y desempeñar su papel dentro de una organización, podemos distinguir varios tipos de liderazgo empresarial.

Cabe señalar que los diferentes estilos de liderazgo darán como resultado un impacto diferente en la organización. No existe un tipo de liderazgo correcto o incorrecto; cada uno puede ser apropiado según el contexto específico.

Si bien lo más probable es que se necesite uno de los estilos más empáticos para crear un compromiso a largo plazo, en otras situaciones será necesario recurrir a un estilo más coercitivo, por ejemplo, cuando se requiera una respuesta rápida y decisiva.

Por ende, un líder sabrá qué estilo utilizar en función de los lugares de trabajo, el equipo y el tipo de negocio que dirija. Por supuesto, ser un buen líder requiere conocimientos, habilidad y mucha práctica en gestión de equipos de trabajo. No obstante, el enfoque de liderazgo que adopte será determinante para alcanzar sus propósitos.

Liderazgo empresarial autocrático o autoritario

Bajo los estilos de liderazgo autocrático, todos los poderes de toma de decisiones están centralizados en el líder, que asume el control y la responsabilidad total de una situación. Por tanto, esta es una forma extrema de liderazgo, puesto que el líder ejerce altos niveles de poder sobre sus empleados o miembros del equipo y toma decisiones sin consultarles.

Las personas dentro del equipo tienen pocas oportunidades para hacer sugerencias, incluso aunque sean de interés para la organización. Se espera que los empleados obedezcan las órdenes sin recibir ninguna explicación. En estos casos, el entorno de motivación se potencia mediante la creación de un conjunto estructurado de recompensas y castigos.

Este tipo de liderazgo empresarial es adecuado cuando las decisiones se deben tomar rápidamente o cuando los miembros tienen poca o ninguna experiencia. Por contra, un liderazgo tan estricto mata la creatividad y la innovación, además de reducir las sinergias y la colaboración grupal.

Liderazgo de coaching

Los líderes bajo este estilo de liderazgo basan su influencia en su capacidad para ayudar a los empleados a identificar sus debilidades y fortalezas, además de considerar sus aspiraciones personales y profesionales. El líder actúa como un verdadero coach animando y motivando a los empleados a fijar unos objetivos y alcanzarlos.

El estilo de coaching funciona bien cuando los empleados ya son conscientes de sus debilidades y pretenden mejorar su desempeño. Por el contrario, el estilo de coaching tiene poco sentido cuando los empleados, por la razón que sea, se resisten a aprender o cambiar sus formas.

Liderazgo de laissez-faire

El estilo de liderazgo, también conocido como conoce como delegativo o de “no intervención”, es aquel en el que el líder proporciona poca o ninguna dirección y otorga a los empleados la mayor libertad posible. La autoridad recae sobre los miembros del equipo que deben determinar objetivos, tomar decisiones y resolver problemas por sí mismos.

Es una estrategia de liderazgo exitosa si los miembros del equipo son responsables, competentes y hábiles, ya que se les permite aprovechar sus competencias y experiencia para el desarrollo de la empresa. Además, el ambiente de trabajo es altamente positivo.

Frente a estas ventajas, el estilo de liderazgo de laissez-faire puede acarrear situaciones en las que los líderes no ejerzan suficiente control y los empleados pierdan el foco, se interesen menos por su trabajo y aumente su insatisfacción.

Liderazgo empresarial tipo burocrático

Este es un estilo de liderazgo que enfatiza las normas y métodos. Los líderes burocráticos se basan en el cumplimiento objetivo y estricto de los procedimientos marcados, asegurándose de que el personal los siga de forma disciplinada. Este es un tipo de liderazgo muy apropiado para trabajos que implican serios riesgos de seguridad, como trabajar con maquinaria, sustancias tóxicas o donde entran en juego grandes sumas de dinero.

Sin embargo, en otros contextos, el nivel de inflexibilidad y riguroso control del liderazgo burocrático puede llegar a desmotivar al personal y reducir la capacidad de la empresa de reaccionar o adaptarse a un contexto externo cambiante.

Liderazgo democrático o participativo

A través del liderazgo democrático, el líder invita a otros miembros del equipo a contribuir en el proceso de toma de decisiones. Se busca obtener el consenso de todos sobre las decisiones, aunque la decisión final recaerá sobre el líder. Este tipo de liderazgo aumenta la satisfacción laboral al involucrar a los empleados y ayuda a desarrollar habilidades y aptitudes entre el equipo.

En definitiva, los empleados y miembros del equipo aprecian la confianza puesta en ellos y responden motivados para trabajar por algo más que una recompensa financiera, cooperando y desarrollando el espíritu de equipo en pro de los objetivos empresariales.

Así, el liderazgo participativo contribuye a crear un equipo sólido, motivado y altamente productivo. Por contra, los procesos de toma de decisiones se pueden ralentizar, puede haber fallos de comunicación o se pueden llegar a tomar malas decisiones si los empleados no están lo suficientemente cualificados.

Liderazgo empresarial de tipo transaccional

Bajo el estilo de liderazgo transaccional se agrupan un conjunto de teorías de liderazgo que analizan las interacciones entre el líder y sus seguidores. Este estilo contempla la obediencia al líder por parte de los empleados o miembros del equipo cuando desempeñan su labor a cambio de una recompensa económica.

Así, este tipo de liderazgo empresarial se fundamenta en la transacción de recompensas económicas a cambio de esfuerzo, compromiso y trabajo. En caso de no cumplirse los estándares solicitados u objetivos marcados, los líderes transaccionales pueden “castigar” a los empleados.

Entre las ventajas del liderazgo transaccional está el aumento de la motivación y la productividad al contar con objetivos específicos, medibles y delimitados en el tiempo. Además, se minimiza la confusión en la cadena de mando.

La falta de creatividad, innovación y empatía son puntos flacos de este estilo de liderazgo de «dar y recibir», que se preocupa más por seguir rutinas y procedimientos establecidos de manera eficiente que por realizar cambios transformadores en una organización.

Liderazgo empresarial transformacional

Este estilo de liderazgo empresarial tiene como meta crear un cambio valioso y positivo entre los empleados. Para ello, el líder se enfoca en empoderar y transformar al equipo para que se ayuden de forma mutua, trabajen en armonía y velen por la organización como un todo. Una persona con este estilo de liderazgo es un verdadero líder que inspira a su equipo con una visión compartida del futuro.

Las relaciones y la comunicación cobran especial importancia bajo este estilo de liderazgo que conduce a una menor tasa de rotación de empleados y consigue una alta motivación e implicación del equipo. No obstante, bajo este liderazgo se corre el riesgo de que los protocolos se desvíen. Para subsanarlo es beneficioso que los líderes transformacionales se rodeen de personas que prestan atención al detalle y las normas. Para ello, el departamento de RRHH ha debido trabajar previamente, en la fase de selección de personal, haciendo uso de técnicas como people analytics que permite formar equipos de trabajo con personas adecuadas que se adapten a los roles de trabajo específicos.

Habilidades del liderazgo empresarial

¿Cuáles son las principales habilidades del liderazgo empresarial y cómo potenciarlas?

Para desempeñar con éxito el liderazgo organizacional y conducir a una empresa al éxito, un líder necesita reunir una serie de cualidades. Las repasamos.

  • Resolución de problemas y toma de decisiones responsables.
  • Comunicación efectiva, empatía y capacidad de escucha.
  • Identificar futuras innovaciones y oportunidades.
  • Usar la integridad, la honestidad y la ética.
  • Pasión para ser capaz de motivar a los empleados, construir relaciones sólidas entre los miembros del equipo, difundir la visión de la organización e inspirar a otros a compartir esa visión.
  • Pensar estratégicamente, en todo el sistema y de manera holística. Comprender dónde está la empresa ahora, dónde debería estar y qué se puede hacer para llevarla ahí es parte de la dirección estratégica.

Si bien hay personas que parecen estar naturalmente dotadas de más habilidades de liderazgo que otras, cualquiera puede aprender a convertirse en líder mejorando sus propias capacidades con el fin de lograr competencias empresariales que potencien el valor profesional. De hecho, a lo largo de la historia observamos casos de personas que, aunque no tenían experiencia previa en liderazgo empresarial, destacaron en situaciones de crisis y persuadieron a otros hacia el cambio asumiendo roles de liderazgo.

Las formaciones de alto nivel especializadas en gestión y administración empresarial, como los masters Executive MBA Online o presenciales, dirigen una parte de su programa académico a potenciar el liderazgo empresarial. El objetivo es ofrecer al alumnado la oportunidad de adquirir herramientas, competencias y aptitudes sobre motivación, estrategia, comunicación y liderazgo para ponerlas en práctica en entornos de empresas reales.