10 Pasos para controlar la salud financiera de la empresa

Pasos para controlar la salud financiera de una empresa

En el MBA Online de la Cámara de comercio de Madrid los alumnos aprenden que conocer la salud financiera de nuestra empresa es una forma de saber hacia a dónde apunta el negocio y si cuenta con lo necesario para hacer frente a una crisis. Cualquier emprendedor o directivo tiene que hacer una revisión periódica de la liquidez, ganancias que se han obtenido y muchos otros datos que servirán para continuar con el negocio en base a los objetivos establecidos.

Por contradictorio que parezca, aunque una firma genere buenos ingresos no por ello viene a decir que “le vaya bien” La mala gestión de los recursos, ignorar la solvencia e incluso invertir dinero en los activos equivocados puede herir de muerte una marca que lleva tiempo trabajando y que le puede tomar muchos años hasta recuperarse.

¿Qué es la salud financiera?

En la teoría, una buena salud financiera es aquella que cuenta con el dinero suficiente para cubrir gastos pero a su vez dispone de ahorros para afrontar cualquier imprevisto que pueda venir en un momento futuro. Basándonos en esta definición, es fundamental que todas las cuentas que vayan al día o estén bajo mínimo.

Sin lugar a dudas, una adecuada salud financiera será el resultado de una acertada estrategia de gestión de la estructura financiera de la empresa.  Lo anterior quiere decir que una empresa no tiene que gastar ni disponer de recursos más allá de lo que puede sostener.  ¿Comprendes ahora lo que queremos decir con el término?

¿Cómo podemos conocer y controlar la salud financiera de nuestra empresa?

Una vez que sabemos en qué consiste la salud financiera y por qué es fundamental para que los negocios vayan bien, seguro que te has preguntado cómo puedes saber la que reina en el tuyo. Si bien lo ideal es contratar a un asesor especializado, para comenzar te dejamos con una serie de consejos muy útiles orientadas a una gestión financiera eficiente:

Análisis del Balance General

El Balance General de una empresa nos muestra sus activos, pasivos y el patrimonio neto de la marca en una fecha determinada. Desde aquí podemos saber la manera en la que ha entrado el dinero y también cómo lo hemos ido gastando. Valorado en periodos anuales, como herramienta es el medio perfecto para tener un relativo control sobre el dinero que maneja un negocio.

Controlar las pérdidas respecto a las ganancias

Una empresa puede tener un volumen de ganancias importante y dejar ver que el negocio es una pequeña mina con la que cada día aspiramos a un poco más. No obstante, para saber si la salud financiera es óptima, también debemos hacer un análisis de lo que estamos perdiendo y los motivos que han llevado a esa situación. ¿Entendemos que no siempre que haya dinero el estado de las cuentas es necesariamente saludable? Una herramienta fundamental para controlar la salud financiera es elaborar la cuenta de resultados de forma periódica.

Medir el Flujo de Caja

El flujo de caja hace referencia a las entradas y salidas de dinero netas que sufre una empresa y la manera en que tiene de justificarlas. Los beneficios, que son la meta final de cualquier negocio al que le hemos echado horas de trabajo y muchas ganas, se cuentan también a través de las pérdidas y es por ello que debemos estar atentos a los diferentes movimientos de la propia caja.

Control de salud financiera de la empresa

Analizar los ratios financieros

Los ratios financieros son conocidos como los indicadores más relevantes conocer la situación económica-financiera de cualquier tipo y tamaño de empresa. Con ellos, es posible analizar el comportamiento y rendimiento de la empresa y comparar con la competencia, medir las tendencias del mercado y, en muchas situaciones, son elementos claves que permiten proyectar el desempeño de la empresa en el futuro cercano. Pero, ¿cuáles son los ratios financieros más importantes para medir el riesgo y rendimiento de un negocio?

  • Ratios de liquidez

Con los ratios de liquidez podemos medir el grado de solvencia que tiene una empresa y si podrá hacer frente a sus pagos en el momento de vencimiento. Por lo general éste se usa para las deudas a corto plazo pero igualmente puede reflejar los problemas que hay con el cash flow con el fin de anticiparnos a ellos.

  • Ratios de gestión

Los ratios de gestión hacen referencia a la efectividad de las políticas con las que llevamos nuestro negocio. La salud financiera, que no sólo se ve en las entradas y salidas de dinero sin ningún tipo de problemas, también comprende que debemos tener una organización óptima, cultura organizacional comprometida, en fin un ambiente en el que la motivación del personal, las ventas, cobros e inventarios son los completos protagonistas.

  • Ratios de endeudamiento

Los ratios financieros también sirven para conocer el apalancamiento de las cuentas y la capacidad que tiene de responder a los pagos en diferentes plazos. Denominados de endeudamiento, están relacionados con el patrimonio neto de una empresa y la manera en la que hace frente a sus abonos.

  • Ratios de rentabilidad

¿Ansioso por saber cómo funciona el capital de tu empresa? Con los ratios de rentabilidad sabemos cuáles son las posiciones de un negocio respecto a sus activos, ventas o el capital que viene generando durante el año (algunas a veces, lo calculan desde el inicio) Con toda esta información, determinar el futuro de la marca es mucho más fácil.

 

Mejorar la salud financiera de la empresa, ¿una misión imposible?

Cualquier negocio diseñado con el fin de obtener beneficios pasa por esas rachas de incertidumbre en la que no sabemos qué será de él. Mejorar la salud financiera de una empresa -que como sabemos no se limita al volumen de ingresos que hacemos de forma mensual. Es una forma de escalar posiciones.

Formas de mejorar la salud financiera

A continuación, te dejamos con algunos consejos, para que puedas aplicar el método:

Equivalencia entre gastos fijos y variables

Las empresas cuentan con un gasto fijo mensual que no podemos obviar (cuota de autónomo, seguridad social de los trabajadores) pero también se ven sometidas a inversiones adicionales que descontrola nuestra visión del dinero. Lo más recomendable es contar con un sistema que permita registrar todos las salidas de dinero de forma ordenada y puntual.

Estrategia de ahorro

La salud económica de una empresa tiene como base el ahorro. No gastar por encima de las posibilidades o invertir en proyectos de baja relevancia deben ser como una ley para ti como responsable o gestor de tu negocio. Por desgracia suele ser bastante común pensar que “como hay dinero” no importa que vayamos gastando los beneficios pero siempre debemos tener la vista puesta en el futuro y contar con solvencia para cualquier imprevisto que pueda surgir.

Gastos imprescindibles

Los gatos base deben estar cubiertos todos los meses. Poner dinero en un activo que no necesitamos pero que se desea para la empresa es una opción sólo cuando contamos con solvencia suficiente (como para hacer frente a pagos urgentes y todavía disponer de buenos ahorros) En caso contrario, debemos eliminar esta posibilidad y dejarla en espera para otra ocasión.

Usar instrumentos financieros

Para mejorar la salud financiera de una empresa hoy tenemos cantidad de herramientas que hacen posible el análisis y cumplimiento de los objetivos. Hay instrumentos financieros que, dependiendo de sus características tendrán distintos tipos de riesgos, por ejemplo: riesgo financiero, liquidez operativa y de rentabilidad. Pero en cualquier caso es recomendable conocer qué es un plan financiero tanto para validar ideas de negocios como para tener una visión global de estado económico de una empresa.

Acortar los ciclos de facturación

En hacer facturas, gestionar pagos o ver dónde vamos a invertir parte de los beneficios obtenidos en el trimestre se pueden ir largas horas de trabajo. Acortar los ciclos para esto es una manera de ganar calidad de vida empresarial y aportar, una vez más, salud financiera al negocio para el que trabajamos. ¡Ponte manos a la obra!

Llevar el control total de nuestra empresa es una tarea fundamental y que supone muchas horas de sacrificio para una sola persona. Si bien como gerente o responsable máximo tienes que estar al día de todo lo que ocurre en el negocio, también debemos saber diversificar y delegar parte de las actividades en otros perfiles.

Para que la salud financiera de nuestra empresa no sea sólo cosa de nosotros podemos contratar a diferentes asesores que nos orienten con el trabajo. Son muchas las empresas que, una vez han crecido, establecen contacto con equipos de trabajo o gestores de diferentes especialidades para recibir un asesoramiento más especializado sobre gestión financiera.

Eres uno de los que necesita asesoramiento financiero o el Departamento de Finanzas de tu empresa cuenta con el conocimiento y experiencia suficientes para implementar acciones conducentes a lograr una gestión financiera con resultados positivos.